PSICÓLOGOS DE CASTELLÓN

Ofrecemos servicios de psicología infantil y de adultos en Castellón de la Plana. Especialistas en rehabilitación cognitiva de personas con trastornos del neurodesarrollo, problemas de memoria, enfermedades neurodegenerativas (Alzheimer, Parkinson, Demencia fronto-temporal…) y daño cerebral adquirido (Ictus, traumatismos craneoencefálicos, neuro COVID, tumores…). Acompañamos a las personas afectadas y sus familias a aumentar su salud cerebral y mejorar su bienestar emocional, desde el nacimiento hasta la edad adulta.

Disciplina positiva

La disciplina positiva es una forma de educar que puede ser muy distinta a la manera en la que nosotros hemos sido educados, por lo que las familias ahora buscan recursos y herramientas que sean más afines a la crianza respetuosa para poder resolver las situaciones del día a día con sus hijos e hijas. En el acompañamiento a las familias se suele trabajar ese cambio de mirada hacia la infancia y la adolescencia, para provocar una mayor comprensión y conexión con las necesidades que todos tenemos en la vida.

La disciplina positiva se basa en las teorías psicológicas de Alfred Adler y Rudolf Dreikurs, que fueron adaptadas a la educación de los hijos/as por Jane Nelsen.

La disciplina positiva implica el respeto mutuo y la colaboración.

¿Qué criterios sigue una disciplina eficaz?:

  1. Es amable y firme al mismo tiempo (respetuosa y motivadora)
  2. Ayuda a los/as niños/as a sentirse tenidos en cuenta e importantes (conexión)
  3. Es eficaz a largo plazo (por ejemplo, el castigo da resultado a corto plazo, pero tiene efectos negativos a largo plazo).
  4. Enseña valiosas competencias sociales y para la vida (respeto, interés por los demás, habilidad para resolver problemas, responsabilidad, participación, colaboración, etc.)

¿Funciona la disciplina positiva? ¡Sí! De hecho, su filosofía basada en el respeto mutuo, el aliento y la enseñanza, encaja perfectamente con lo que sabemos de cómo se desarrolla el cerebro humano y cómo se fomenta el desarrollo sano.

Sus principios te ayudarán a construir una relación de amor y respeto con tu hijo/a y te permitirán solucionar problemas juntos a lo largo de muchos años.

Cuando la gente habla de “disciplina” suelen referirse a “castigo” porque creen que las dos cosas son lo mismo. Padres, madres y maestros/as a veces gritan y sermonean, pegan, quitan juguetes y/o privilegios, castigan al niño/a en un rincón para que “reflexione sobre lo que ha hecho”… Por desgracia, por muy efectivo que parezca el castigo en el momento, no crea el aprendizaje ni fomenta las habilidades sociales que las madres y los padres realmente desean que sus hijos/as adquieran.

Las personas que opinan que el castigo es válido a menudo lo hacen porque creen que su única alternativa es la permisividad. Las personas que no creen en el castigo con frecuencia se van al otro extremo y se vuelven demasiado permisivas. La disciplina positiva ayuda a los adultos a encontrar el término medio respetuoso que no es ni demasiado punitivo ni demasiado permisivo.

La disciplina positiva maneja herramientas que son a la vez amables y firmes, y enseñan valiosas competencias sociales y para la vida. Se basa en la premisa de que los niños/as se portan mejor cuando se sienten bien. El significado de la palabra “disciplina” es “enseñar”, comprender, animar y comunicar.

¿De dónde hemos sacado la loca idea de que, para que los/as niños/as lo hagan mejor, antes tienen que sentirse peor?

Los tres principales enfoques para la interacción entre adultos y niños/as son:

SEVERIDAD/AUTORIDAD (control excesivo)Orden sin libertad.Ninguna opción.“Tú lo haces porque yo lo digo”
PERMISIVIDAD (sin límites)Libertad sin orden.Opciones ilimitadas.“Puedes hacer lo que te apetezca”.
DISCIPLINA POSITIVA (amabilidad y firmeza al mismo tiempo)Libertad con orden.Opciones limitadas.“Puedes decidir qué hacer dentro de unos límites que sean respetuosos con todos”.

La forma de educar a los/as hijos/as ha atravesado muchos cambios en los últimos treinta años, la gran diferencia reside en que actualmente las madres y los padres están mucho más implicados en la educación de sus hijos e hijas. Los adultos somos responsables de muchos problemas de conducta de nuestros hijos/hijas, sin embargo, la idea de poner sobre la mesa esta afirmación no es que nos sintamos culpables, sino que tomemos conciencia y responsabilidad. Darnos cuenta de las cosas es clave para cambiar.

Los principios de la disciplina positiva son como un rompecabezas de muchos conceptos:

  • Respeto mutuo.
  • Comprensión del motivo que hay detrás del comportamiento.
  • Comunicación efectiva.
  • Comprender el mundo del niño/a.
  • Amabilidad y firmeza al mismo tiempo.
  • Centrarse en soluciones en lugar del castigo.
  • Errores como oportunidades para aprender.
  • Reuniones de familia.
  • Implicar a los/as niños/as en la resolución de problemas.
  • Motivación.

Desde el nacimiento, el niño/a presenta cuatro necesidades básicas:

Sensación de pertenencia y significaciónAutonomía personal
Percepción de capacidadHabilidades sociales

Si cubrimos estas necesidades, le encaminaremos para ser una persona competente, capaz y feliz.

8 MÉTODOS PARA IMPLEMENTAR LA DISCIPLINA POSITIVA Implicar al niño/a:En la creación de rutinas.Con el uso de opciones limitadas.Dándole oportunidades para ayudar.Enseñar respeto siendo respetuoso.Utilizar el sentido del humor.Entrar en el mundo del niño/a.Decir lo que se quiere decir y mantenerlo con cariño y firmeza.Ser paciente.Actuar, no hablar, y supervisar de cerca.Aceptar y valorar la singularidad del niño/a.

Algunas familias quieren respuestas a las siguientes preguntas:

  • ¿Cómo puedo conseguir que mi hijo/a se implique?
  • ¿Cómo puedo hacer para que mi hijo/a comprenda el significado de “no”?
  • ¿Cómo puedo conseguir que mi hijo/a me escuche?
  • ¿Cómo puedo hacer desaparecer este problema?

Sin embargo, las preguntas que deberíamos hacernos con este enfoque serían de este estilo:

  • ¿Cómo puedo ayudar a mi hijo/a a sentirse capaz?
  • ¿Cómo puedo ayudar a mi hijo/a a sentir pertenencia a un grupo y significación?
  • ¿Cómo puedo ayudar a mi hijo/a a aprender respeto, colaboración y habilidades para la resolución de problemas?
  • ¿Cómo puedo entrar en el mundo de mi hijo/a y comprender su proceso evolutivo?
  • ¿Cómo puedo convertir los problemas en oportunidades para aprender, para mi hij/ao y para mí?
Scroll hacia arriba